28 de noviembre de 2009

Cliché

Cliché. La palabra, el adjetivo que intentamos evitar de una forma fracasada. Una causa perdida. No importa cuanto digamos que somos diferentes, caemos en las garras de lo cliché. No importa cuantas veces gritamos que somos sólidos, nos ablandamos al instante.

¿No estás de acuerdo? No digo que al enamorarnos nos volvemos esta caja de arcoíris y flores. No. Lo de nombres cursis, regalos empalagosos y todas esas mierdas son más cosas trilladas que cliché. Pero si tú has estado enamorado---tan enterrado en este sentimiento---te darías cuenta que desde que dijiste “te amo”, fuiste arroyado por lo cliché.

¿No te has dado cuenta?... ¿en serio? ¿o tal vez no quieres aceptarlo? Primero, acuérdate de mi definición de cliché. Léelo. Analízalo. Y después reconsidera tu respuesta. Cuando digo cliché, no me refiero a las rosas y el exceso de chocolate. No me refiero a las cenas románticas, ni los CD mixtos. Me refiero al simple hecho de que cuando nos enamoramos---amor, no simple gusto o atracción o la famosa lujuria--- damos todo de nosotros sin razón alguna. ¿Te suena?¿Nunca has visto una película de romance y dicho bajo un suspiro: “A que esa es la típica chica que arriesga todo por el chico.”? Bueno, piénsalo así ahora: Si tuvieras una pareja ---el supuesto amor de tu vida---¿no serias como esa chica de la película?¿No darías todo de ti también?

Hay otro cliché en la cual siempre caemos. Aseguramos que somos fuertes e independientes. Demostramos que podemos solo contra el mundo---bueno, lo intentamos. Pero cuando nos enamoramos, caemos en ese clásico cliché. ¿Cuál? “Te necesito”. ¿Te suena? Yo aún no entiendo porque terminamos así---como termine así. Lo único que sé es que cuando amamos a alguien se siente como que sin ellos, fuera imposible respirar. Imposible vivir. Simple. Los necesitamos. Lo necesitas.

Bueno…¿otro cliché? Prometer el amor eterno. Hay personas que sólo lo dicen por la atmosfera de romance que crea. Imbéciles. Inmaduros. Descarados. Sin embargo, hay personas que lo dicen en serio…del corazón---por lo cursi que suene. Hay personas que de verdad se han hundido tanto en este sentimiento que de verdad desean, añoran y necesitan estar con ese alguien por el mayor tiempo posible. ¿Mayor tiempo posible? Un tiempo indefinido…eso que llamamos “eternidad”.

¿Ya te distes cuenta? ¿Ya lo aceptaste? A que durante este tiempo que leías esto sonreías. No porque hayas encontrado gracia en este ensayo, si no porque esa persona ---tu amada/o---apareció en tu mente. Cada escena cliché que has vivido con esa persona volvieron a revivirse en tu mente ¿no? Cada palabra narraba esa película de escenarios clichés en la cual tu eres el /la protagonista. Una película sin sonido; sin embargo, tú ya te sabes el diálogo perfectamente. Adivina que. Cliché.


No escribo esto para hacer sentir débil a los que se consideran inmunes y se tiran de sólidos. Si alguna vez has estado o estas enamorado, se que acordarías conmigo. Si no, si aún no te ha pasado, sólo espera. Cuando caigas, piensa en mis palabras y reconsidera. Nadie es inmune. Nadie es sólido. Nadie es indiferente a este efecto secundario. En fin, esta conclusión puede ser lo más cursi, trillado y cliché de todo esto, pero que más se puede hacer. Nadie es inmune al amor.

0 comentarios:

Publicar un comentario